Esta pieza es una poderosa declaración de Abstracto Expresionista Textural, característica del estilo de VargasMadrid, donde la materia y el color son llevados al límite para evocar una intensa emoción.

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El artista demuestra una marcada predileza por la experimentación matérica y la tensión compositiva. Su trabajo no solo es visual, sino también táctil, revelando una mano que busca la honestidad y la crudeza del material como vehículo de expresión.

 

El autor utiliza la pintura no solo como color, sino como sustancia palpable. Se observan gruesas acumulaciones de material, craquelados y gestos violentos que dotan al lienzo de una topografía accidentada y dramática.

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Su estilo se basa en el contraste violento de planos (el gris, el blanco y el rojo) y la introducción de elementos anti-estéticos (salpicaduras, texturas rugosas), generando una poderosa tensión visual y emocional.

 

Composición y Color: La obra se divide en planos horizontales y verticales. El sector inferior, dominado por un Rojo Intenso y Saturado, irrumpe con fuerza, sugiriendo pasión, peligro o vitalidad.

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Gesto y Emoción: Las salpicaduras o "errores" en los planos superiores, así como la rugosidad extrema del rojo, refuerzan el carácter expresionista. El artista no busca la perfección, sino la fuerza emotiva y la evidencia del proceso creativo.

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